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Columnas

CLAROSCUROS…José Luis Ortega Vidal

Acayucan y el evento cenecista para destapar a Erick Lagos: a la fidelidad le falta tamal

José Luis Ortega Vidal

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Año atrás, con equipos de béisbol que patrocinaba una y otra temporada bajo identificaciones como “los ganaderos” de San Juan Evangelista o “Los Rojos” de Acayucan, Cirilo Vázquez Lagunes (+) solía llenar el estadio “La Arrocera” de aficionados, de aspirantes a cargos políticos y de periodistas que hacían fila para cobrar el chayote respectivo.

Ayer -sábado 7 de noviembre- el estadio de béisbol de Acayucan -rebautizado con el nombre de su cuidador don “Luis Díaz Flores”- se llenó parcialmente en las gradas y se abarrotó desde el home hasta los jardines y el templete montado al fondo para recibir a Javier Duarte de Ochoa, el gobernador en doble función: la institucional, impulsando programas como el de la entrega de semilla mejorada a campesinos y la de promotor de sus “gallos” para sucederlo en el cargo el venidero 2016:

Quiero presentar a mi amigo, a mi compañero de equipo político, a un veracruzano que le ha servido siempre, de norte a sur, en todas partes, en todo momento, al Estado que quiere y que le preocupa y le ocupa; a un diputado federal que en este momento está trabajando para asignar más presupuesto a nuestra entidad vía el Presupuesto de Egresos 2016 del gobierno federal ; a un hombre que en la Legislatura y donde sea necesario servirá siempre a Veracruz; a mi amigo el diputado federal por Acayucan: Erick Lagos Hernández; dijo, palabras más palabras menos, Javier Duarte.

Esto ocurrió ocurrió de las 14:55 a las 15:01 horas, frente a una docena de alcaldes -incluyendo al anfitrión Marcos Martínez Amador- así como la Secretaria General del PRI estatal: Regina Vázquez Saut –Alberto Silva Ramos, el dirigente estatal del ojo morado no acudió- y frente a diputados locales que se dejaron venir desde el centro y el norte del estado para escuchar, de viva voz, el destape que se quiso disfrazar de evento cenecista pero que resultó más evidente que el amor político que desde el palacio de gobierno de Veracruz se le tiene a beto el misógino.

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A lado de Javier Duarte de Ohoa se ubicaban el alcalde de Acayucan Marcos Martínez Amador, la diputada local Octaviana Ortega, así como el titular de SEDARPA Ramón Ferrari Pardiño y el nuevo líder de la Liga de Comunidades Agrarias de la CNC y convocante al acto: Juan Carlos Molina Palacios.

Erick Lagos bromeaba y bromeaba con Ramón Ferrari Pardiño que sonreía y sonreía mientras se entregaban semillas mejoradas a hombres y mujeres del campo de los distritos de Acayucan, Los Tuxtlas y Cosoleacaque.

Se había hablado de 50 mil personas, luego de 20 mil invitados; al final eran unos 10 mil tirándole hacia abajo.

Entre los asistentes estaba Yolanda Gutiérrez Carlín, acayuqueña, titular de la Secretaría de Protección Civil y personaje ligado a Héctor Yunes Landa; otros sureños, hectoristas reconocidos, hacían  acto de presencia más para “parar oreja” que por otra cosa.

Frente al presídium estaban los ediles de Acayucan y cientos de porristas con sombreros de cintas moradas,  color del partido Alternativa Veracruzana (AVE) bajo cuya sigla se gobierna en la llave del susteste.

Javier Duarte anunció que el próximo 6 de enero, durante el festejo de la Ley Agraria de 1914 (sic), que en sentido estricto se promulgó en 1915 a iniciativa de Venustiano Carranza y que cada año viene el Presidente en turno a recordar en Veracruz, serán entregadas concesiones de transporte mixto rural a los 3 mil 700 ejidos que hay en Veracruz, junto a las unidades para vehiculares para operarlas.

Ese anuncio, la entrega de algunos sacos de semilla mejorada con valor de 1 mil 150 cada uno para decenas de productores maiceros, fue el pretexto del evento sabatino en el estadio de béisbol donde se vieron abanicos con el nombre del cenecista Juan Carlos Molina, triángulos con el nombre de “Cirilistas”, lonas de porras que venía de rancherías y comunidades y de gente que llegó con peticiones y quejas y que fueron atendidas, “atendidas” o de plana “bateadas” por la ayudantía oficial.

Los tamales de barbacoa y las tortillas no alcanzaron, el que agarró agarró y el que no debió correr tras los camiones del acarreo que estaban listo para el retorno, fieles a la antigua usanza del voto corporativo obrero, popular o campesino del PRI, como fue el caso del evento sabatino en el sur.

Alberto Silva Ramos afirmó el viernes pasado que lo del evento campesino de Acayucan no sería un “destape” de su rival de amores dentro del grupo político de la fidelidad.

Bueno, alguien que le avise al líder del ojo morado que sí hubo una suerte de destape disfrazado e incluyó un acercamiento de Javier Duarte a Erick Lagos para estrecharle la manos mientras los armadores de porras oficiales arengaban a la multitud a gritar “Erick, Erick, Erick…”

Ahora bien, una cosa es lo que hizo el gobernador…

Otra cosa es lo que hicieron los armadores de porras oficiales…

Otra cosa fueron los tamales que no alcanzaron y el tamal que –se entendió- se está preparando…

Y otra cosa muy distinta es y será lo que los asistentes al evento del estadio de beis bol “La Arrocera” piensan, sienten y harán llegado el momento en torno al tema de la sucesión del 2016.

El gran orador del evento, protagonista del mismo, Juan Carlos Molina Palacios, se ha declarado yunista y ayer ratificó su postura al hablar del tema campesino, del programa de trabajo de la CNC, darle su lugar a Javier Duarte como gobernador y ya…párale de contar.

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Para algunos asistentes no hubo destape.

Para otros sí hubo un destape mal disimulado de parte del gobernador al dedicarle casi 7 minutos a la mera presentación de un diputado federal que acudió como cualquier otro invitado a un evento de la CNC.

Para el reportero fue una especie de destape solitario.

Destape sin estruendo.

Destape sin mayor consecuencia.

Fue un destape ordenado desde Barcelona pero -ante la ausencia consular- como que le faltó calor, sabor, sal, carnita a la presentación de Erick Lagos en social electoral de parte de Javier Duarte.

El sábado, ante la ausencia de Alberto Silva y su ojo morado, estuvimos ante un destape al que le pasó lo mismo que a las grandes ollas colocadas en cocinas improvisada: le faltó tamal.

Y ante este panorama, se apreció a un grupo de la fidelidad algo nervioso y desesperado de cara al destape del candidato que deberá ocurrió a lo sumo en dos meses: con Alberto afectado de un ojo y Erick que no crece…¿con qué argumento se convencerá a Enrique Peña Nieto para que dé una tercera candidatura al mismo grupo?

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