POR: NORMA FARARONI/WWW.NOTIMINA.COM
MINATITLÁN, VER.- Alonso Hernández Reyes, de 33 años de edad, salió alrededor de las 6:00 am de su hogar acompañado de sus dos hijos, a quienes dejó en la Secundaria, para después dirigirse a su trabajo en la empresa Fefermex, y no regreso a su casa.
Así relató para NOTIMINA.COM su hoy viuda Nora Virginia Vázquez Prieto, quien aún no asume del todo la muerte trágica que tuvo su esposo, el pasado lunes 16 de octubre en la carretera de Las Matas.
Alonso, tenía 4 años de laborar en la empresa Fefermex, y es uno de los 8 fallecidos que lamentablemente murieron de forma instantánea cuando la camioneta Van en la que viajaba junto con otros compañeros de trabajo, choco de frente al camión de la ruta Sotavento, que según testigos el chófer del camión, su imprudencia y por ir jugando carreras invadió el carril.
Fue a través de las redes sociales que la familia de Alonso, se enteró del fatídico accidente, sin imaginarse que él encabezaría la lista de los fallecidos, de esta manera se expresó su esposa, quien con lágrimas, dijo –“esperamos que Dios nos haga justicia”-.
El cuerpo fue entregado a la familia, alrededor de la una de la madrugada de este martes 17 de octubre, por la mañana, familiares, vecinos y hermanos de su iglesia pentecostés se dieron cita en su hogar ubicado en la calle Río Bravo número 8 de la colonia Las Fuentes.
En una caja de madera que fue comprada por la empresa donde laboró por 4 años, yacía el cuerpo de Alonso, quien como cada mañana salió para ir a dejar a su dos hijos de 14 y 13 años a la Secundaria General 4 ubicada en la colonia Las Delicias, para después ir a su trabajo, sin imaginarse que retornaría en un ataúd, quedando en la orfandad otros dos pequeños de 6 y 2 años de edad.
Doña Petra Reyes Mateo, madre del fallecido, narró brevemente que el pasado domingo tuvieron el último contacto con su hijo, cuando acudieron a su casa, ya que habían preparado un pozolito, donde convivieron sanamente, sin imaginarse que ya nunca más lo vería con vida.
-“El lunes, alrededor de las 9:00 de la mañana, me encontré a mi nuera en Aurrera, cuando ella recibió una llamada de él, diciéndole que estaba en Coatzacoalcos en unos estudios médicos que les practicaban cada cierto tiempo, nunca me imaginé que esa sería sin querer, su llamada de despedida”-.
Gerónimo Lagunes Álvarez, ingeniero de profesión, también pereció en el accidente, contaba con 52 años de edad, según dijo su viuda Migdalia Santander Domínguez.
De manera breve expresó que “Mi Dios no quería que esta tragedia pasará, esto fue la imprudencia de una persona que no supo manejar y ocasionó que hoy lloremos en varias casas”.
Afligida, recibía junto con su suegra, las condolencias de parte de sus familiares y conocidos que se acudieron a la sala de velación de la Funeraria Cristo Rey, ubicada en este municipio petrolero.
Un total de 6 cuerpos fueron sepultados el mismo lunes que ocurrió el accidente, debido a los golpes que recibieron, uno de ellos fue José Sulvarán Luna, quien fue velado en la cabecera de Cosoleacaque.
Mientras que Javier Jiménez Ramos, otro trabajador se supo, que dejo a dos hijos en la orfandad y fue velado en la Congregación de Coacotla.
Autoridades de Protección Civil, dieron a conocer que aún se encuentran muy graves dos trabajadores quienes sobrevivieron al accidente, y que sólo un milagro podrían ayudarlos.