David González Cruz/www.notimina.com
Cosoleacaque, Ver.-El empleado petrolero, Mateo Arias López, quien resultó herido la mañana del pasado viernes durante el ataque a tiros por sujetos desconocidos y donde su acompañante, Mario Moisés Calles Montelongo, perdió la vida; ya rindió su declaración ante la autoridad ministerial, encontrándose aún internado en un nosocomio del puerto de Coatzacoalcos.
Arias López, dijo desconocer quién o quiénes fueron los que dispararon además de que debido a lo rápido en que se dio todo y por la crisis nerviosa en que se vio envuelto, no pudo ver ni el número y mucho menos las placas de circulación de la unidad de alquiler en la que viajaban los sicarios.
Nadie ha podido explicar qué hacían dichas personas por la zona de Minatitlán, cuando se supone que el finado vivía en la colonia Santa Rosa de Coatzacoalcos y su centro de trabajos era uno de los complejos del mismo puerto, hacia donde se dirigían al momento de los hechos.
A esto, el declarante solo atinó a decir que el motivo de haber ido a Minatitlán ese día, fue porque les iban a entregar uniformes; lo que se hace poco creíble y se desprende la presunción de que el herido se niega a decir la verdad.
Para los expertos, se cree que el hoy fallecido ya sabía que lo buscaban y muy probablemente se andaba escondiendo.
De acuerdo con datos aportados por una fuente que prefirió el anonimato, las autoridades que investigan el caso no descartan ninguna línea de investigación pero que en las últimas horas se han ido por la de un crimen pasional.
El robo no pudo ser porque finalmente los homicidas no se llevaron algo de valor. El intento de secuestro tampoco cabe porque desde que los interceptaron comenzaron a disparar sin dar tiempo a nada. Iban solo por el copiloto; el chofer no les interesó.