ANITA AGUILAR AGUILAR, “moriré siendo del PRI” esa fueron siempre las palabras de doña Anita, quien en su local donde vendía huevos al mayoreo y menudero nunca de los nunca, permitió que un candidato de otro partido político que no fuera del PRI colocara o pegara propaganda política contraria a los candidatos del partido de toda su vida. A doña ANITA AGUILAR la sorprendió la muerte cuando estaba en el interior del panteón “Miguel Hidalgo” ubicado en la colonia del mismo nombre, su cansado corazón al que ya le habían habilitado un marcapasos –dicen- sus compañeros mercaderes, vecinos y amigos que la conocían de años. La priista de “hueso colorado” como ella, siempre lo decía acudió la tarde de este domingo al sepelio de su amiga DALIA LÓPEZ GARCÍA también comerciante del Mercado 5 de Febrero, quien perdiera la vida en un lamentable accidente carretero la tarde del martes 13 de Mayo. Testigos de la muerte de doña ANITA AGUILAR narran que el camino largo para llegar al punto donde sería enterrada la difunta, lo quemantes rayos del sol y el fuerte calor que se sentía al filo de las 15:30 horas de la fatídica tarde de este domingo 15 de Mayo del año en curso, fueron factores fatales para que doña Anita, cansada y agitada hicieron que su cansado corazón se saliera de control con el desenlace fatal de su muerte. Amigos y ompañeros locatarios la sentaron sobre una tumba (que dicen son de sus familiares) para tratar de reanimar a la conocida comerciante y fiel militante del PRI, pero los intentos por conservarla con vida fueron inútiles (narraron a este reportero algunos testigos) después de varias llamadas y una larga espera, por fin arribaron los paramédicos de la Cruz Roja. Quienes al examinar a doña Anita; dan la fatal noticia “ya no hay nada que hacer, la señora está muerta” inmediatamente el llanto, los gritos de desconcierto, impotencia y dolor hacen presa de las mujeres (en su mayoría personas adultas) que no dan crédito a lo que está pasando, en lugar de una difunta ahora son dos. El tormento sigue, luego esperar más de una hora para que arriben al lugar personal del área de periciales quienes son los encargados de dar fe; del cuerpo sin vida para luego ordenar el traslado del cuerpo a bordo de una ambulancia de una funeraria de la localidad. Por ser Domingo, el cuerpo de doña ANITA AGUILAR tuvo que esperar por mucho tiempo sobre el frio cemento de una tumba, con el rostro cubierto por una improvisada bata de uno de los paramédicos de la Cruz Roja que la hizo de sabana. “Hasta mi muerte, seré del PRI” pues si doña ANITA AGUILAR AGUILAR se fue de este mundo siendo priista, aunque el partido de sus amores nunca le dio la oportunidad de ser regidora u ocupar un cargo dentro del ayuntamiento o cuando menos recibir en vida un merecido reconocimiento por participar en tantas y tantas campañas apoyando a los candidatos del tricolor de sus amores. Descanse en PAZ tan distinguida y respetada dama y amiga. En «Caliente» se lo contamos.