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Local

Siguen las hechicerias en la comunidad de Cerritos

Colgaron aves bajo el puente de la comunidad de Pajapan.

David González Cruz

Chinameca, Ver.- Siguen apareciendo aves muertas -supuestamente- sacrificadas en el lugar conocido como “La Ceiba”, en la carretera que comunica a Los Cerritos de este municipio, con la comunidad Úrsulo Galván, de Pajapan, a orillas del río “Huazuntlán”.

              Y es que el sitio se ha vuelto famoso, justo en el lugar donde se ubica un enorme árbol de ceiba, debido a que pobladores señalan que es el lugar donde de forma recurrente -sobre todo por las noches, personas extrañas, supuestamente brujos-, llegan a realizar todo tipo de ritos satánicos.

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              A finales del mes de enero pasado, casi debajo del árbol de ceiba, apareció colgado de un listón, un muñeco de peluche que a simple vista parecía insignificante. Pero, según la versión de testigos, sobre todo de taxistas colectivos que prestan su servicio de Los Cerritos a Ursulo Galván, por las noches llegaban personas desconocidas que a danzaban alrededor del muñeco colgado y sacrificaban gallinas para bañarlo con sangre. Días después el muñeco de peluche, fue quitado del lugar.

              Ahora, a unos metros de La Ceiba, justo frente al puente “Ursulo Galván II”, que atraviesa el mencionado río Huazuntlán, en un señalamiento de tránsito apareció sacrificado y colgado un pájaro del que se desconoce a qué especie pertenece, y fue captado por las cámaras de este medio de comunicación.

              Lo anterior, llama la atención de los pobladores debido a que como ya se dijo, el sector es bien conocido como el rincón que utilizan fuereños para realizar diversos ritos.

              Cabe mencionar que en meses anteriores, varias personas han sido perseguidas por las noches debido a que son sorprendidas realizando actividades espirituosas del mal, en los panteones de Barrancas y Los Cerritos, incluso, en una ocasión dos hombres y una mujer que se identificaron como brujos, fueron detenidos y llevados ante la justicia por andar profanando tumbas de las que -supuestamente- extraían huesos humanos mismos que utilizaban para sus trabajos sucios.

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